Desequilibrio nutricional: Ya que las gaseosas contienen azúcar pero sin nutrientes, basta con consumir de 2 a 3 botellas personales para reducir considerablemente la cantidad de comida ingerida y nutrientes obtenidos, lo cual provocaría un desorden nutricional.
Grasa extra: Al añadirse las calorías del refresco a las de la comida, el exceso es almacenado en forma de grasa, visible en los voluminosos rollitos.
Bajón energético: el azúcar sin fibra de las gaseosas contiene calorías que ingresan rápidamente a la sangre, elevando el nivel de azúcar sanguíneo que ocasiona un golpe energético. Y ya que se requiere bajar el azúcar de la sangre hasta su nivel normal, también disminuye el nivel energético, siendo necesario consumir una gaseosa tras otra para recuperarlo.
Cansancio estomacal: tomar repetidamente bebidas gaseosas hace que la digestión sea más lenta (hasta librarse del exceso de calorías ingeridas). Por lo tanto, el estómago se cansa más y es proclive a sufrir más daño.
Ultra acidez: La mayoría de bebidas gaseosas azucaradas aumentan la secreción de ácido en el estómago, que ocurre después de que la bebida sale del estómago.
Sustancias tóxicas: Los conservantes, saborizantes, colorantes y demás sustancias químicas que contienen las gaseosas irritan la mucosa estomacal. Entre ellas, una de las más peligrosas es el ácido fosfórico, empleado para grabar el vidrio.
HOLA SEÑO SOY GERMAN REY..
ResponderEliminarESTA BUENISIMO EL BLOG SEÑO..
Muy bueno el trabajo. Felicitaciones!!. Familia Mahmud
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